sábado, 4 de septiembre de 2010

Del verbo divino y otras cosas igual de relevantes

Acabo de hablar con mi amiga LP Walter (aka la bell flequillera) por teléfono. Ha sido una conversación como otra cualquiera: damos un breve repaso a la actualidad, intercambiamos consejos ético-estéticos y comulgamos en la idea de que el Ser es inmanente, pre-existente, reversible e impermeable. Acordamos actualizar el De gilipollo loquendo. Yo me encargo. Nos colgamos. Aquí me tenéis. No sé de qué escribir. Acudo a tus consejos, Pili. Hay mucha gilipollez cabalgando suelta, como tú bien dices. Hablemos de algunos hitos en la Historia de la estulticia*.

El furgol

Como deporte y entretenimiento está bien. El problema es toda la basura que genera a su alrededor. Un extracto de esa basura es la prensa deportiva. Tengo a bien leer algunos periódicos después de haber memorizado las etiquetas de los champús en los principales idiomas de la UE. Las portadas redactadas por monos oligofrénicos, las cartas al director (¡ojo con éstas! algunas son alarde de auténtica cultura, ingenio y erudición) y las mujeres de grandes senos y pocas entendederas hacen que los males derivados del estreñimiento sean menores. Es bastante más eficaz que la fibra, si cabe. La prensa escrita se digiere algo mejor gracias a la inapreciable labor de los consejos de redacción. El auténtico problema son las retransmisiones en directo, compuesto por los siguientes personajes:
  • la estrella que otrora brilló pero que ahora está de capa más que caída. Si no sois muy duchos en el deporte en cuestión, podéis identificarlo fácilmente. Es el de la verborrea de tipo deposición: habla de modo abundante aunque inconexo e incomprensible. Son cansinos. Mucho. Muchísimo.
  • el periodista que no acudía a las clases de ética periodística. Dado al chascarrillo, es un individuo altamente peligroso. Todas sus largas soflamas y peroratas carecen de total interés. Creo que la iniciativa ciudadana debería recoger firmas y llevarlas al congreso de los (hijos)deputados que nos representan para intentar prohibir que determinados individuos agarren un micrófono.

Eso por no hablar de Manolo Lama, que merece capítulo aparte en la Historia de la estulticia.

* la Historia de la estulticia tiene voluntad enciclopédica. Aquí extractaremos algunos de sus episodios más interesantes y protagonistas más destacados.

2 comentarios:

  1. Me encanta la traslación de nuestra conversación telefónica!!! Por cierto, mi tío Blas asegura que sabe palabras en griego moderno gracias a las cajas de la comida del Día (ingredientes hasta en 8 idiomas!!!).
    Lo de aká quedó muy argentino, brillante!!
    me gustó mucho el post!! (lo de los típicos personajes "furboleros" es cierto!!)

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  2. Gracias!! Tu tio es un hacha!
    Aka es "also known as" jajajajaja
    besos

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