Supuesta crítica a una supuesta obra de arte

Saludos a nuestros queridos fe@nautas.

Aprovecho la inspiradora tarde para remontar mis bajos vuelos y hablaros una pieza expuesta en la colección "Tesoros de las tres culturas" (o como quiera Dios que se llame. No me voy a molestar en teclearlo en Gugel*)

Dicha exposición, para todos aquellos que no hayáis ido a verla por leernos devotamente, se articula en una serie de salas dedicadas religiosamente a todos los continentes por orden de relevancia (es decir: primero Europa y por último Oceanía). Cada sala se subdivide en itinerarios cronológicos y en ellos se exponen piezas de muy diversa índole. El conjunto se cierra con una sala dedicada al mundo moderno. Así, sin más criterio.

Pues bien, es dicha sala en la que se encuentra la "pieza" de la que quería hablaros.

La "pieza", como acertadamente le dije a nuestro querido Wesley, se puede definir como un insulto a la horterada o la hybris* del horterismo pseudo-ilustrado.

En efecto, la mierda que albergaba la vitrina era una bota de tacón de aguja (de los de infarto, de unos 15 cms) diseñado sobre el modelo de las celebérrimas comvers* con un estampado de pequeñas y brillantes tachuelas y rematado con un bordado que representaba las cartas signadas con un trébol , un as de picas, un rombo y un corazón. En resumen, como conjunto artístico era insultante y como pieza de calzado no sería utilizada ni por la mismísima Lady Gaga (a la que, según mi sospecha, el cabestro que la diseñó quiso homenajear poco sutilmente bautizando su aborto como Lady Luck)

Y ahora demos paso a mi opinión, que es lo que cuenta.

ET vestido de faralaes, un cerdo con un diente de oro, que Jhon Cobra se pegue un eructo en tu cara, unos pendientes de aro de oro macizo, tatuarte a tus hijos en el brazo o tener el estilismo de Ana Obregón, cualquier cosa insulta menos el buen gusto del espectador.

*No hacemos publicidad así, de gratis.

**Hybris, para los que no sabemos griego, es ese estado de locura en el que todos incurrimos con asombrosa frecuencia que nos lleva a empatarnos con las divinidades. Se traduce por soberbia.

***Valga lo dicho en el primer asterisco.